La provincia de Barinas, llamada también comandancia de Barinas, fue creada por Carlos III, mediante real cédula expedida en El Pardo el 15 de febrero de 1786, que dispuso su segregación del territorio de la provincia de Maracaibo, llamada originalmente del Espíritu Santo y luego de La Grita y Mérida. Se constituyó con el territorio que había estado sometido a la jurisdicción de la ciudad de Barinas, un poco más de 100.000 km2, una superficie igual a la que hoy ocupan los estados Barinas y Apure, más la zona de Guanarito, Boconó y Morrones del estado Portuguesa. En la misma real cédula, la Corona de España libró el despacho por el cual fue nombrado comandante de la nueva provincia Fernando Miyares Pérez y Bernal, a la sazón capitán del batallón veterano de Caracas y secretario de la capitanía general de Venezuela. El 16 de julio, salió el capitán Miyares de Caracas con destino a la ciudad de Barinas, adonde llegó el 10 de agosto siguiente; ese mismo día, tomó posesión del cargo y prestó el juramento de ley, en ceremonia especial realizada en la sede del Cabildo y en presencia de sus miembros. José Ignacio del Pumar, alférez real, hizo entrega de la vara de justicia al nuevo comandante. Doce años permaneció Fernando Miyares en el desempeño de su empleo. Una de sus primeras medidas fue la de realizar una especie de censo demográfico y agropecuario, según el cual, para 1787, había en la provincia 40.991 h que moraban en 12 «ciudades, villas y lugares» que eran cabezas de distritos o departamentos; en 7 pueblos subalternos de españoles; en 35 pueblos de indios, y en 94 caseríos o vecindarios. Una tercera parte de esa población, 13.871 h, eran personas blancas; 14.283, gente de color, libre; 2.124 esclavos, 2.611 indios libres; 3.555 indios de las misiones de capuchinos; 2.866 de las misiones dominicas, y 1.681 en pueblos de indios sujetos al ordinario eclesiástico. Contaba la provincia con 534 hatos de ganado mayor, en cuyas sabanas pastaban 505.079 reses y casi 100.000 cabezas de ganado caballar y mular. Había 105 trapiches, 60 haciendas de cacao y 39 de añil. Pero el ramo más importante de su economía estaba representado por el tabaco cura seca, único producto que entonces se exportaba para Europa, y del cual se cosechaban anualmente más de 6.000 quintales. Miyares estimuló el comercio en la provincia y fomentó el cultivo del añil, cacao, algodón, achote (onoto) y café, lo mismo que el tabaco y la caña de azúcar. Hizo concluir el edificio de la cárcel pública, dispuso que la iglesia mayor fuera enladrillada, blanqueada y entejada de nuevo; edificó una casa de gobierno, fundó una escuela de primeras letras y una cátedra de latinidad, y construyó una habitación de palma y bahareque para que funcionase un hospital general. En 1798, Miyares fue promovido al desempeño del gobierno de la provincia de Maracaibo, y fue nombrado para sustituirlo en Barinas, el teniente coronel Miguel de Ungaro y Dusmet, con la investidura de comandante político y militar y subdelegado de la Real Hacienda en la provincia, con el sueldo de 2.500 pesos anuales. Tomó posesión del empleo el 2 de junio de 1798, en acto en el Cabildo de la ciudad de Barinas. En la gobernación de Barinas, continuó la obra iniciada por Fernando Miyares: restableció la escuela de primeras letras y la cátedra de Latinidad, que habían dejado de funcionar; fundó una clase de dibujo; hizo levantar un edificio sólido para el hospital general; construyó un hospicio o casa de corrección para mujeres; edificó el hospital de lazarinos; mandó empedrar la plaza pública. Era de costumbres severas y de carácter rígido, lo que hizo que se enemistara con algunas personas de las principales familias barinesas. Pleitos que culminaron en 1807, con motivo de la elección de los miembros del Cabildo, en que salió nombrado alcalde ordinario de la ciudad Víctor del Riego, en oposición a Cristóbal de Mendoza. La Real Audiencia de Caracas declaró nula la elección de Riego, a instancia de los regidores Pablo María Pulido y José Francisco Villafañe, y ordenó al gobernador Ungaro que pusiera a Mendoza en posesión del cargo, a lo cual se negó el jefe de la provincia. En febrero de 1808 la Audiencia de Caracas suspendió a Ungaro del mando político y designó para este empleo al coronel Antonio Moreno. De esta manera, se vio la provincia de Barinas con 2 gobernadores, uno militar y el otro político: Miguel de Ungaro y Antonio Moreno, respectivamente. En un lapso de 24 años, la provincia había alcanzado un considerable desarrollo económico. Para 1810, las relaciones mercantiles con Guayana eran fluidas y beneficiosas para ambas provincias, utilizando los cauces de los ríos Santo Domingo, Apure y Orinoco, gracias a lo cual Barinas y Guayana mantenían relaciones permanentes, para las cuales también aprovecharon otros ríos de la provincia de Barinas, como Guanare, Guanarito, Ticoporo, Masparro y Portuguesa, que permitían el acceso a las poblaciones de Pedraza, Obispos, Caroní y San Genaro de Boconó, así como a las ciudades de Guanare y Ospino, en la provincia de Venezuela. Los barineses sacaban por Guayana, para el comercio con Europa, no sólo su tabaco, sino también añil, cacao, algodón y café; lo mismo que ganado vacuno y mular, cuyo número no bajaba de 6.000 cabezas anualmente, que se exportaban «...para las colonias extranjeras...». Para 1810, la población de la provincia había aumentado a 70.446 habs. Esa gente se encontraba en 32 poblaciones de españoles (ciudades, villas y pueblos), 42 pueblos de indios y más de un centenar de caseríos o vecindarios. La población de la ciudad de Barinas, capital de la provincia, se calculaba en 10.000 almas, lo que significa que se había quintuplicado en poco menos de un cuarto de siglo; este corto y relativo esplendor fue barrido por la Guerra de la Independencia. El 5 de mayo de 1810, se suma la provincia al proceso iniciado en Caracas el 19 de abril; aquel día, se reúne en la ciudad de Barinas un Cabildo Abierto, en el cual se resolvió constituir una Junta de Gobierno y Conservación, para la cual se eligieron 12 miembros. Esta Junta tendría como «...primer objeto la defensa de la Patria...», y entenderse con la Junta de Caracas, y con los «...demás cuerpos soberanos y subalternos...», con los cuales debía colaborar «...para la conservación y consolidación de un sistema de gobierno que hiciera felices a los habitantes de Barinas y demás vasallos de Fernando Séptimo...», que adhirieran a sus principios. Presidió la Junta el señor Miguel María Pumar, hijo del marqués de Boconó. Con el transcurso del tiempo, se fue perfilando en los dirigentes políticos de Barinas, la decisión de romper con la Corona de España. En este sentido constituyó un paso importante la elección que se hizo de los diputados de los 9 departamentos de la provincia, que debían concurrir al Congreso Nacional de Venezuela en la ciudad de Caracas. En efecto, a esta asamblea asistieron por la provincia de Barinas los representantes Ignacio Fernández Peña, Juan Antonio Rodríguez Domínguez, Ignacio Ramón Briceño, Juan Nepomuceno Quintana, Manuel Palacio Fajardo, Ramón Ignacio Méndez, José Luis Cabrera, Luis Ignacio Mendoza y José de Sata y Bussy. El 26 de marzo de 1811, terminó su mandato la Junta de Gobierno nombrada el 5 de mayo del año anterior, y se designó una nueva Junta, constituida ahora por sólo 5 miembros. Cuando llegó el momento de defender la declaración de Independencia en los campos de batalla, porque había comenzado la guerra, la Junta de Gobierno barinesa se disolvió; pero antes designó al coronel Pedro Briceño Pumar, comandante de armas de la provincia y a Manuel Antonio Pulido, gobernador político. Ambos jefes organizaron las tropas barinesas y dirigieron las primeras operaciones militares. Bajo su mando, comenzaron a formarse muchos jóvenes que pronto se convirtieron en héroes de la guerra y en próceres de la Independencia, como José Ignacio Pulido, José de la Cruz Paredes, Francisco Olmedilla, Ramón Escobar, José Antonio Páez, Pedro Briceño Méndez y Juan José Pulido, entre otros. El 2 de octubre de 1821, por resolución del Congreso Nacional reunido en Cúcuta, la provincia pasó a formar parte del departamento de Venezuela. Según decreto del 17 de julio de 1823, dictado por el Congreso de la República de Colombia, fue dividido el territorio de Barinas en 2 provincias: la de Barinas, cuya capital sería la ciudad del mismo nombre, y la de Apure, con la villa de Achaguas como capital. Las Cámaras alegaron como razones para dividir a Barinas, primero, que la vasta extensión de su territorio dificultaba a «...gran parte de sus habitantes el recurso a la capital en la mayor parte del año...»; y segundo, que por la riqueza de sus productores, así como por su numerosa población y demás circunstancias, podía cómodamente dividirse, sin causar el menor perjuicio a sus vecinos, y con notable utilidad para la causa pública. Ambas provincias quedaron separadas por las corrientes de los ríos Apure y Uribante. En virtud de la Ley de División Territorial, promulgada el 25 de junio de 1824, la República de Colombia quedó constituida por 12 departamentos. Uno de estos, el de Apure, estaba formado por 2 provincias: la de Barinas y la de Apure; la de Barinas debía integrarse con 10 cantones, a saber: Barinas, Pedraza, Obispos, Mijagual, Nutrias, San Jaime, Guanarito, Ospino, Guanare y Araure. Como se aprecia, los cantones Guanare, Araure y Ospino, que habían pertenecido a la provincia de Caracas, pasaron a ser parte de la provincia de Barinas. Por ley de 18 de abril de 1826, el departamento de Apure pasó a llamarse Orinoco, formado por las provincias de Guayana, Apure y Barinas. Si tomamos en cuenta que en 1826, Guanare correspondía a la provincia de Barinas, podemos afirmar que dicha provincia ya tenía para ese año imprenta y periodismo, pues en la ciudad de Guanare se imprimía entonces La Bandera Blanca. En cambio, parece que la ciudad de Barinas tuvo imprenta, a partir de 1827 o desde los inicios de 1826. Pero el más antiguo periódico que se conoce fue El Cometa de Barinas (1837) y luego La Antorcha Barinesa, editado por Napoleón Sebastián Arteaga en 1840. Separada Venezuela de la Gran Colombia, los cantones de Guanare, Araure y Ospino iniciaron gestiones para ser segregados de Barinas y formar una nueva provincia, aspiración que vinieron a lograr mucho tiempo después. Por decreto del Congreso Nacional, dictado el 15 de abril de 1851, fue erigida la provincia de Portuguesa, con los cantones de Guanare, Guanarito, Ospino y Araure, segregados de la provincia de Barinas. En febrero de 1859, estalla la Guerra Federal, y en mayo de ese año, el general Ezequiel Zamora, jefe del Ejército Federal de Occidente, «...después de los combates de Barinas y San Lorenzo, elevó la provincia a estado federal...», siempre con el nombre de Barinas; situación que duró hasta fines del mismo año, en que Zamora abandonó a Barinas, después de la batalla de Santa Inés, triunfo de los federales que puso al territorio barinés en poder de la revolución. Una asamblea convocada por el general Pedro Manuel Rojas, general en jefe de los Ejércitos Federales del Sur de Occidente, y reunida en Nutrias, con diputados de Barinas y Apure, dictó en noviembre de 1862, una Constitución, en virtud de la cual las provincias de Barinas y Apure fueron unidas para formar el estado federal Zamora, en homenaje a la memoria del valiente guerrero caído en San Carlos. En 1863, se consolida el triunfo del federalismo. Se reúne un Congreso Constituyente que sancionó la Constitución de 1864, según la cual, las antiguas provincias pasan a denominarse estados. Así, «...la provincia de Barinas aparece como una de las que formaron la Federación, con el nombre de estado Zamora, que se había dado en 1862...». En 1936, le será devuelto su nombre original de Barinas.
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