Santiago de León de Caracas. Capital de la República de Venezuela y cabecera del municipio Libertador del Distrito Federal.
Ámbito geográfico y evolución urbana: Caracas fue fundada en el cuerpo principal de un valle, originalmente llamado de San Francisco y que hoy lleva el mismo nombre de la ciudad. El valle de Caracas es alargado y estrecho, extendiéndose en sentido O-E por 25 km entre los puntos de Catia y Petare; lo limitan al N el cerro Ávila y al S el río Guaire, con una distancia de 4 km entre ambos, mientras que de N a S lo cruzan los cauces de las quebradas Caroata, Catuche, Anauco, Chacaíto, Chacao, Blandín y Petare. Hacia el S y el SO del cuerpo principal existen 3 valles menores, rodeados de colinas pronunciadas cercanas y paralelas al Guaire. La altitud de la ciudad oscila entre los 870 y los 1.043 m sobre el nivel del mar, teniendo 900 m en el punto ocupado por la plaza Bolívar. La temperatura media estimada es de unos 25 °C, considerando una variación normal día-noche de 30 °C a 20 °C, con extremas eventuales de 34 °C y 14 °C. Desde el siglo XVI, se han venido haciendo sistemáticos elogios al clima fresco y saludable y a la fertilidad de las tierras de este valle; razones determinantes para que se establecieran en él los nuevos pobladores, así como para que en el año 1577 el gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela, Juan de Pimentel, fijara en Caracas su residencia y de hecho convirtiera a la ciudad en capital de la provincia de Venezuela. Por disposición de Pimentel, se levantó, en 1578, el primer plano de Caracas; en él se observa un casco urbano de trazado cuadricular y muy reducidas dimensiones, asentado sobre la margen izquierda del entonces río Catuche. A esa Caracas, todavía un simple pueblo de españoles, se le confirió en 1591 la dignidad de ciudad y se le asignó escudo de armas; contaba para entonces con unos 2.000 habs., y había avanzado poco en la sustitución de las primeras y endebles edificaciones por construcciones con mayor consistencia y perspectivas de futuro. El ámbito geográfico había sido intervenido por el hombre solo en los alrededores del casco urbano, en proporción necesaria para suplir los requerimientos de la supervivencia: huertos de hortalizas, frutales, cereales y otros productos alimenticios agrícolas, tierras para el ganado. La evolución siguió siendo lenta durante el siglo XVII, manteniéndose casi inalteradas las dimensiones del casco urbano, aumentando moderadamente el número de edificaciones, mejorándose la calidad de algunas de estas y expandiéndose relativamente poco las áreas del valle dedicadas a la agricultura y a la ganadería. Hacia 1696, la población era de 6.000 habs., aproximadamente. En el curso del siglo XVIII la situación cambió, se aceleró la evolución de Caracas como consecuencia del auge de la producción y de la exportación del cacao y el incremento de otras actividades; el casco urbano creció, aun cuando dentro de límites discretos el ámbito geográfico se transformó notablemente al consolidarse, expandirse o formarse haciendas de gran extensión comparadas con las anteriores explotaciones agrícolas; surgieron construcciones de nuevo tipo, más grandes y sólidas, tanto en la propia ciudad como en terrenos de las haciendas, y la población ascendió a 40.000 habs. en 1800. A partir de 1810, y hasta 1870, la evolución de Caracas sufrió serios trastornos. El crecimiento urbano se detuvo e incluso se redujo, pues la ciudad fue alternativamente tomada por patriotas y realistas numerosas veces en el curso de la Guerra de Independencia, rompiéndose la normalidad de la vida cotidiana; a su vez, el terremoto del 26 de marzo de 1812 destruyó o dañó un elevado porcentaje de las edificaciones, las cuales no pudieron ser reparadas por las circunstancias político-militares. En cuanto a la población, de acuerdo con los informes conocidos, el terremoto ocasionó unas 10.000 víctimas, es decir, afectó a la cuarta parte de los habitantes de la ciudad; a esto se unió en 1814 el abandono masivo de sus pobladores, ante el avance hacia la ciudad de José Tomás Boves; a estos 2 hechos hay que añadir el cómputo de bajas en las acciones militares directas. En suma, Caracas perdió en esta etapa no menos de la mitad de sus residentes. Después de 1821, los problemas económicos derivados de la guerra, e incrementados por factores internos y externos, más los continuos cambios políticos que produjeron las sucesivas confrontaciones caudillistas, continuaron frenando, o al menos limitando, la evolución de la ciudad: el crecimiento del casco urbano siguió detenido, la recuperación de los destrozos físicos fue lenta y la población no volvió a su nivel de 1812 hasta después de 1865; a este respecto, el censo de 1869 dio como resultado 47.013 habs. Después de 1870, volvió a acelerarse la evolución de Caracas, y en breve plazo comenzó a alterarse drásticamente; el hecho inicial de esta nueva etapa fue la gran transformación arquitectónica de los años 1870-1875. Todavía dentro de un casco urbano reducido, compuesto para 1875 por 20 calles en dirección N-S y 18 de E a O, el general Antonio Guzmán Blanco desarrolló un plan de modernización urbana que incluyó la erección de nuevas edificaciones como el Capitolio Federal, el teatro Guzmán Blanco (hoy teatro Municipal), la Casa Amarilla (sede actual de la Cancillería) y la iglesia de Santa Teresa y Santa Ana; la remodelación de otras, como el edificio anexo a la iglesia de San Francisco, entonces sede de la Universidad Central de Venezuela (hoy del Palacio de las Academias, de instalaciones de la Biblioteca Nacional y del Congreso Nacional de la República); la creación de parques y paseos como el Guzmán Blanco, luego conocido como El Calvario; la construcción de obras de servicio público, como el acueducto de Caracas y el Cementerio General del Sur; la introducción, al menos parcial, del alumbrado eléctrico; la creación de un sistema de nomenclatura homogénea para las calles y la conversión de la capilla de La Trinidad en Panteón Nacional. A continuación de esta transformación arquitectónica, se inició el avance del casco urbano de Caracas sobre las tierras ocupadas por explotaciones agrícolas y sobre áreas del ámbito geográfico natural no tocadas hasta entonces. La urbanización El Paraíso, antigua hacienda, marcó hacia 1892-1893 el inicio en firme de esta expansión. La población, por su parte, pasó de 48.897 habs. en 1873 a 55.638 en 1881; a 72.429, en 1891 y a 90.454 en 1904. Hasta 1926, el crecimiento físico y poblacional de Caracas continuó a un ritmo moderadamente acelerado, para luego adquirir un mayor impulso derivado de los cambios producidos en la economía del país por la explotación petrolera: aumento veloz de la riqueza nacional, concentración en Caracas del gasto público y del gasto privado, consecuente migración del interior del país hacia la capital y creciente llegada de inmigrantes. Ese impulso se hizo más notorio a partir de la década de 1940, cuando la expansión del casco urbano de Caracas desbordó no solo los límites tradicionales de la ciudad, sino también los de la circunscripción administrativa a la cual perteneció desde 1864: el Distrito Federal. En el proceso, la ciudad ha ocupado y urbanizado prácticamente todas las haciendas del valle, se ha extendido a las colinas del S, el SO y el SE; ha integrado localidades que hasta hace pocos años eran poblaciones específicas, penetrando profundamente en los municipios del hoy desaparecido distrito Sucre del estado Miranda, ha alterado irreversiblemente el ámbito geográfico natural en una elevada proporción y ha reemplazado las viviendas bajas por altos edificios. En 1950 fue creada el área metropolitana de Caracas y en 1974 fue decretada la Zona Protectora del Área Metropolitana de Caracas, un cinturón de reserva territorial y forestal de 84.300 habs. La población del área urbana de Caracas, aumentó de 203.342 habs. -en 1936- a 614.567 en 1950; 1.111. 975, en 1961; 1.657.805, en 1971; 1.816.901, en 1981; y 1.822.465, en 1990, en ese año el área metropolitana censó según la Oficina Central de Estadística e Informática 3.061.699 habs. De acuerdo con el censo nacional de población de 1990, y estimaciones posteriores, para 1995 habitan en la ciudad más de 5.000.000. El 29 de julio de 1967 Caracas fue sacudida por un sismo de 6,7o en la escala de Richter, el cual ocasionó el desplome de varios edificios residenciales dejando más de 500 víctimas. Actualmente el municipio está formado por las parroquias: Altagracia, Antímano, Candelaria, Caricuao, Catedral, Coche, El Junquito, El Paraíso, El Recreo, El Valle, La Pastora, La Vega, Macarao, San Agustín, San Bernardino, San José, San Juan, San Pedro, Santa Rosalía, Santa Teresa, Sucre y 23 de Enero.
Fundación: No ha sido encontrado ningún documento que dé noticia directa de su fecha de fundación y no hay certeza, incluso, de que un acta formal haya registrado el hecho como era costumbre. Las fuentes disponibles permiten suponer que tuvo lugar entre abril y septiembre de 1567, por el capitán Diego de Losada. Se tiene como cierta la información de que fue en abril del año 1567 cuando Losada salió de El Tocuyo y recorrió el territorio donde tuvo lugar la fundación. A favor del 25 de julio se argumenta que Losada, siguiendo una tradición muy extendida durante el poblamiento español de América, debió bautizar su poblado incluyendo en el nombre el del santo a quien estaba consagrado el día del acto fundacional; es decir, que la llamó Santiago de León de Caracas por haber tenido lugar ese acto el 25 de julio, día dedicado al apóstol Santiago, patrono de España. Parece más probable, sin embargo, que el nombre impuesto por Losada haya tenido que ver más bien con la Orden de Caballeros de Santiago de León, originaria del reino de León, y a la cual pertenecían varios miembros de la familia Losada. Lo cierto es que esta fundación no constituía el primer hito de la presencia hispana en aquel ámbito. La penetración y el asentamiento de los europeos en el valle de Caracas y zonas aledañas se llevaron a cabo mediante varios intentos discontinuos, el último de los cuales condujo a la fundación del pueblo que recibió el nombre de Santiago de León de Caracas. El primero fue la creación, en 1560, del hato de San Francisco, por Francisco Fajardo, posiblemente en lo que hoy es Catia; el segundo, el establecimiento con fecha 1 de agosto de 1561, de la villa de San Francisco en el mismo lugar, por Juan Rodríguez Suárez, quien llegó a nombrar alcaldes y regidores. Tanto el hato como la villa tuvieron corta vida, en razón de la hostilidad de los indígenas circunvecinos; sin embargo, el propósito de permanencia parece haber animado a quienes efectuaron las respectivas fundaciones. Divergentes apreciaciones de estos 2 hechos y de su relación con la fundación de Caracas, han alimentado el problema histórico que se examina: para unos, el hato y la villa de San Francisco fueron meros intentos fracasados, solo con valor anecdótico, estando en el acto de Losada el verdadero comienzo de un poblamiento efectivo; otros estiman que los 2 hechos iniciales, si bien aparecen como antecedentes importantes de la fundación de Caracas, no tienen relación entre sí ni con esta última; algunos más plantean que los 3 hechos formaron parte integral de un solo y mismo proceso de ocupación y poblamiento de nuevos territorios, siendo el de Losada la culminación de una primera etapa caracterizada por los intentos de formar y consolidar, asentamientos permanentes. Desde esta última perspectiva, la fundación de Caracas fue ante todo el paso definitivo de un proceso ya en marcha, y no el desencadenante; por ello, se entiende que más que una fundación en primera instancia, la de Caracas tuvo el carácter de restablecimiento o reedificación de la anterior villa de San Francisco, la cual, a su vez, había sustituido al hato de Fajardo. Esta apreciación final ha sido formulada anteriormente por diversos cronistas y por autores más recientes, para los cuales Diego de Losada repobló o reedificó un asentamiento previo, rebautizándolo.
Acontecimientos históricos vinculados con la población: En su condición de ciudad principal de la provincia de Venezuela, desde 1576, Caracas ha sido escenario y protagonista de numerosos e importantes acontecimientos. Juan de Pimentel, nombrado gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela, tomó posesión del cargo el 8 de mayo de 1576, en el puerto de Nuestra Señora de Caraballeda, ante el Cabildo de Santiago de León de Caracas allí reunido. Fue el primer gobernador que se estableció en esta ciudad en forma permanente, bajo cuyas órdenes se levantó, en 1578, el primer plano conocido de ella y estableciendo de hecho la capitalidad de la provincia en Santiago de León, lo cual se confirma cuando, a fines de 1578, se traslada oficialmente desde El Tocuyo. En 1591, una real cédula le otorgó el título de Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de León de Caracas. Era todavía un poblado agobiado por plagas de langosta, como la de 1594, o invasiones piratas, como la de Amyas Preston, en 1595, ocasión en la cual perdiera la vida Alonso Andrea de Ledesma. Una vez establecido el poder civil y militar en Caracas, en 1613 se inició el traslado por etapas del gobierno eclesiástico desde Coro a Santiago de León; en 1636 se reunió por primera vez en Caracas el Cabildo Eclesiástico, después de haberse realizado gestiones para ello desde fecha tan temprana como 1570; el 20 de junio de 1637, una real cédula autorizó oficialmente el traslado del obispado a Santiago de León, legalizando la situación y convirtiendo a esta ciudad, de hecho y de derecho, en la sede de la Diócesis de Venezuela. En 1641, la ciudad fue destruida por un terremoto seguido de plagas y miseria, que causaron numerosas víctimas entre la población. Hacia el último cuarto del siglo XVII, y a instancias precisamente del gobierno eclesiástico, a consecuencia de gestiones que se venían realizando desde la década de 1640 en tiempos del obispo Mauro de Tovar, junto a los más prominentes caraqueños, comenzó a gestionarse la creación de un instituto de enseñanza superior para la ciudad y la provincia; ese proceso dio sus primeros frutos en 1696, con la instalación del Seminario de Santa Rosa de Lima, y culminó el 11 de agosto de 1725 al convertirse dicho Seminario en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, hoy Universidad Central de Venezuela. Poco después, en 1730, la Real Compañía Guipuzcoana, autorizada por la Corona para ejercer el monopolio del comercio entre Venezuela y la metrópoli, y para enfrentar el contrabando, estableció oficinas en Caracas; habiendo fomentado la actuación de la compañía, el creciente descontento entre los productores y los comerciantes de la provincia, la ciudad conoció, entre 1749 y 1751, la revuelta encabezada por Juan Francisco de León. Emprendidas las reformas liberalizadoras en la metrópoli durante el reinado de Carlos III (1759-1788) que llevarían a la eliminación de la compañía, en 1785, Caracas fue elevada a nuevas y más destacadas posiciones político-administrativas: el 8 de diciembre de 1776, fue creada la Intendencia de Ejército y Real Hacienda; el 8 de septiembre de 1777, la capitanía general de Venezuela amplió su jurisdicción incluyendo las provincias de Cumaná, Guayana, Maracaibo, Margarita y Trinidad; el 6 de julio de 1786 se creó la Real Audiencia de Caracas y el 3 de junio de 1793, el Real Consulado de Comercio. En el lapso que medió entre las protestas de Juan Francisco de León y el último hecho señalado, Caracas fue igualmente escenario del nacimiento de una serie de personajes más tarde relevantes en la historia de Venezuela. Entre ellos cabe mencionar a Francisco de Miranda (28.3.1750), Simón Rodríguez (28.10. 1769), José Félix Ribas (19.9.1775), Andrés Bello (29.11.1781), Simón Bolívar (24.7.1783) y, un poco después, Luisa Cáceres de Arismendi (25.9.1799). Caracas fue también testigo del fin de uno de los movimientos precursores más significativos dentro del proceso independentista, el de Manuel Gual y José María España; este intento fue fraguado en Caracas y La Guaira, en 1797, siendo delatado y frustrado ese mismo año; como corolario, el 8 de mayo de 1799, José María España fue ejecutado públicamente en la plaza Mayor de Caracas. Entre 1800 y 1809, la ciudad continuó siendo teatro permanente de reuniones conspirativas; entre otros lugares, en la Cuadra Bolívar, donde tenían lugar lecturas clandestinas de los textos que propagaban los idearios de las revoluciones norteamericana y francesa, así como de muchos de los escritores de avanzada de la época, y se formulaban planes para eventuales acciones contra el régimen español. A fin de reforzar el sentimiento de fidelidad a España, el gobernador y capitán general, Juan de Casas, hizo publicar, a partir de octubre de 1808, el primer periódico de la ciudad: la Gazeta de Caracas. Luego, la ciudad fue el centro de los acontecimientos que llevaron a la definitiva erradicación de ese dominio: primero ocurrieron los sucesos del 19 de abril de 1810, durante los cuales, con la sustitución del capitán general, Vicente de Emparan y Orbe, por una Junta Conservadora de los Derechos del Rey Fernando VII, los criollos accedieron inicialmente al control directo de los órganos de gobierno de la capitanía. No se trató, entonces, de declarar ni la autonomía, ni la independencia absoluta, pero en la práctica comenzó el manejo propio de los asuntos de Venezuela; después tuvo lugar la formación y las actuaciones de la Sociedad Patriótica, organización política integrada entre otros por Francisco de Miranda, Simón Bolívar y José Félix Ribas, la cual entre 1810 y 1811 presionó activamente por la declaración de la independencia absoluta a través de manifestaciones de calle, de discusiones públicas y de increpaciones a la Junta Gubernativa y al Congreso que se instaló el 2 de marzo de 1811; finalmente se produjo el esperado logro, cuando el 5 de julio de 1811 el Congreso declaró la independencia absoluta. De ahí en adelante, hasta el triunfo militar definitivo de la causa independentista, Caracas dejó de jugar un papel preponderante en razón de los avatares de la propia contienda: ocupada por los realistas, desde mediados de 1812 hasta mediados de 1813, libertada por Bolívar en agosto de este último año y hasta julio de 1814, cuando se produce la emigración masiva ante el avance de las fuerzas de Boves; luego realista hasta Carabobo, hasta finales de junio de 1821, con el breve interregno de la penetración del general José Francisco Bermúdez en mayo de ese año. Desde mediados de 1821, hasta comienzos de 1830, Caracas no será capital de una nación, sino de un departamento de la gran República de Colombia que había fundado Bolívar. Una vez separada Venezuela de la Gran Colombia, en 1830, tuvo lugar en Caracas el primer gran conflicto entre el civilismo y el militarismo de la época republicana, cuando el presidente José María Vargas fue destituido de su cargo y expulsado del país en julio de 1835 por la Revolución de las Reformas. Encabezaban ese movimiento los oficiales Santiago Mariño, Pedro Carujo y Justo Briceño, los cuales fueron derrotados finalmente por José Antonio Páez, quien restituyó a Vargas en el poder. El 24 de agosto de 1840, la ciudad fue testigo del surgimiento del Partido Liberal y de su órgano periodístico El Venezolano, ambos dirigidos por Antonio Leocadio Guzmán. Con este hecho, se deslindaron los campos que a lo largo del siglo XIX mantendrían encendidas las contiendas caudillistas entre liberales y conservadores. Como una de las más significativas expresiones de esa división en el campo político, el 24 de enero de 1848, se produjo en Caracas el asalto al Congreso de la República, que ocasionó la muerte de varios representantes conservadores y liquidó políticamente a dicho partido; este acto significó el afianzamiento de los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas en el poder y dio puerta franca al establecimiento de su hegemonía personal al margen de los partidos. Al cabo de 6 años, el 24 de marzo de 1854, entre los actos de ejercicio de gobierno, el general José Gregorio Monagas promulgó en la ciudad capital la Ley de Abolición de la Esclavitud, acto aceptado sin mayor conflicto por los propietarios, quienes no tenían ya interés en mantener vigente el muy deteriorado régimen esclavista. Fueron otros los auténticos conflictos presentes en la época, los cuales desembocaron en 1859 en la Guerra Federal. En la hacienda Coche, en las afueras de Caracas, se elaboró entre el 23 y el 24 de abril de 1863 el tratado de paz que debía poner fin a esa contienda, firmándose en su forma definitiva el 22 de mayo siguiente. El 28 de mayo de 1864, y como una de las consecuencias más importantes del triunfo federalista en la guerra, la Asamblea Constituyente de la Federación sancionó la Constitución que estableció el sistema de gobierno federal en Venezuela. Esa Constitución contemplaba la existencia de 20 estados agrupados bajo el nombre de Estados Unidos de Venezuela, eliminó en el país la pena de muerte y la prisión por deudas y estableció el sufragio universal para la elección de los poderes Ejecutivo y judicial; creó además el Distrito Federal con 3 departamentos: Libertador (Caracas y su zona inmediata), Vargas y Aguado; sin embargo, los conflictos presentes antes y durante la Guerra Federal continuaron teniendo vigencia en Venezuela, aun después de firmada la paz. Como una derivación de esa continuidad, entre el 23 y el 25 de junio de 1868, el general José Tadeo Monagas entró a viva fuerza en la ciudad y tomó el poder nuevamente en una reacción antifederalista que llevó a dejar sin vigor la Constitución de 1864; muerto en ese mismo año, lo sucedió su sobrino José Ruperto, pero el 27 de abril de 1870, Antonio Guzmán Blanco, luego de una breve campaña militar, tomó a su vez la ciudad, en una sangrienta batalla para desplazar a aquel del poder y restituir la plena vigencia de aquella Constitución. Durante su gobierno, Guzmán Blanco emprendió una amplia transformación arquitectónica y urbana de Caracas, que dejó huella permanente en la ciudad. En las postrimerías del siglo XIX, Caracas fue también escenario de la culminación de otro proceso de conflicto, con marcado contenido de pugna interregional: el ascenso al poder de Cipriano Castro, el 22 de octubre de 1899, ocupando la ciudad luego de su marcha desde los Andes. Con este hecho, se inició el largo período del dominio andino en Venezuela, el cual incluyó los 9 años de Castro (1899-1908) y los 27 del general Juan Vicente Gómez (1908-1935). En el curso de ese período, se produjeron en Caracas diversos hechos de protesta o de oposición al régimen de los generales andinos, el segundo de los cuales hizo su residencia favorita a la ciudad de Maracay. El 19 de septiembre de 1912, el Consejo Central de la Asociación de Estudiantes de Venezuela declaró una huelga general, cuyo resultado fue la clausura de la Universidad Central de Venezuela por el término de 10 años; en 1919, un complot contra Gómez se gestó entre jóvenes cuadros militares en Caracas, el cual fue descubierto y sometido; más tarde, entre el 6 y el 19 de febrero de 1928, los estudiantes caraqueños, en particular los universitarios, desarrollaron un movimiento antidictatorial de hondas repercusiones para la vida política posterior de Venezuela. Con motivo de la Semana del Estudiante, programada por la Federación de Estudiantes de Venezuela, entonces presidida por Raúl Leoni, se celebraron diversos actos de repudio al régimen: un desfile desde la Universidad al Panteón Nacional, los discursos pronunciados por Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Joaquín Gabaldón Márquez y otros sucesos, que conmocionaron a Caracas y provocaron la detención de muchos de sus protagonistas, quienes en su gran mayoría serían cabeza del proceso político venezolano contemporáneo, habiendo creado los modernos partidos hoy vigentes. El 7 de abril de 1928, estando todavía reciente la acción estudiantil, ocurrió el levantamiento del batallón de servicio de Miraflores cuyos integrantes, acompañados de civiles en buena parte estudiantes, intentaron tomar el cuartel San Carlos de Caracas, sublevación que también fue sometida. Gómez muere el 17 de diciembre de 1935, y a partir de entonces Caracas comenzó a vivir un auge de las manifestaciones populares de rechazo a la dictadura y por la instauración de un régimen democrático, abriéndose al respecto un compás de espera ante la actuación del sucesor de aquel, general Eleazar López Contreras. El 12 de febrero de 1937, se produjo una manifestación popular en la plaza Bolívar y sus alrededores, la cual fue violentamente reprimida con saldo de muertos y heridos; como consecuencia directa, los partidos políticos fueron disueltos por decreto ejecutivo y 37 de sus miembros expulsados del país. El período del general López Contreras culminó en 1941 y, estando adelantado en gran parte el de su sucesor, general Isaías Medina Angarita, el 18 de octubre de 1945 este fue derrocado en Caracas por un golpe militar apoyado por el partido Acción Democrática (AD). La Junta Cívico-Militar que asumió el poder estableció el voto universal, directo y secreto para elegir al presidente de la República, y en 1947 Rómulo Gallegos accedió por esa vía al poder, para ser derrocado a su vez el 24 de noviembre de 1948 por otro golpe militar también gestado y ejecutado en la capital. Cuatro años de gobierno militar compartido y 5 años y un mes de dictadura personal del general Marcos Pérez Jiménez, culminaron en Caracas el 23 de enero de 1958; en este caso, los habitantes de la ciudad fueron actores colectivos del acontecimiento al participar en manifestaciones públicas, combatir en algunos barrios con la policía y hacer efectiva contra la dictadura la huelga general convocada el 21 de enero por la Junta Patriótica. Presionado por las Fuerzas Armadas y por el pueblo caraqueño, Pérez Jiménez abandonó el poder en la madrugada de aquel día, convirtiéndose de inmediato la ciudad en escenario de multitudinarias expresiones de júbilo. La presencia popular en las calles de Caracas continuó durante el año 1958: el 1 de mayo tuvo lugar la más grande manifestación por el Día del Trabajador ocurrida en el país. Se estima que participaron en ella unas 120.000 personas; el 13 de mayo, una gran multitud protestó airadamente contra la visita a Venezuela del vicepresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, llegando a atacarlo automóviles en los cuales este se desplazaba con su comitiva. Los hechos provocaron la movilización por el Gobierno norteamericano, de 1.000 infantes de marina y paracaidistas al Caribe; el 7 de julio, unas 100.000 personas se congregaron frente al Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, para manifestar su respaldo a la Junta Cívico-Militar ante el intento de golpe de Estado dirigido por el ministro de la Defensa, general Jesús María Castro León; el 7 de septiembre, nuevamente, miles de personas acudieron al Palacio de Miraflores para enfrentar un nuevo intento de golpe producido en las propias instalaciones de la sede gubernamental y cuyos dirigentes fueron el teniente coronel Juan de Dios Moneada Vidal y el mayor Mendoza Méndez. Desde las 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde, hubo enfrentamientos con participación del pueblo de Caracas, el cual en 2 ocasiones penetró al cuartel de la Policía Militar, situado frente a Miraflores y punto fuerte de los golpistas; finalmente, entre noviembre y comienzos de diciembre de 1958, se realizaron en la ciudad multitudinarios mítines electorales; y el 7 de diciembre, los caraqueños, como el resto de los venezolanos, acudieron masivamente a votar en las primeras elecciones postdictadura. Entre 1959 y 1961, tuvieron lugar en Caracas varias manifestaciones de desempleados y de funcionarios públicos, las cuales pronto comenzaron a ser enfrentadas por el gobierno de Rómulo Betancourt con la represión policial. Más tarde, en el curso de la misma década de los años 60, otras manifestaciones, unas reivindicativas y otras políticas, conmocionaron la ciudad, así como también diversas acciones de la guerrilla urbana (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional [FALN]), entre las cuales resultaron la toma en dos oportunidades de la sede de la Misión Militar norteamericana en Venezuela, el secuestro del futbolista internacional Alfredo Di Stefano y el robo de los cuadros de una importante exposición francesa de las instalaciones del Museo de Bellas Artes. Entre el 27 de febrero y el 2 de marzo de 1989, menos de un año después de la toma de posesión del señor Carlos Andrés Pérez para ejercer por segunda vez la Presidencia de la República, Caracas se vio estremecida por una ola de violencia y saqueos. Esos acontecimientos tuvieron como punto de partida la protesta popular por el aumento del costo de las tarifas del transporte público, hecho a su vez derivado del aumento del precio de la gasolina decretado por el Gobierno. En esta circunstancia fueron movilizadas las Fuerzas Armadas, se estableció el toque de queda, se suspendieron las garantías constitucionales y en la ciudad se produjo un elevado saldo de víctimas que osciló entre 1.000 y 5.000, de acuerdo a diferentes versiones. Los días 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, Caracas fue el foco principal de 2 sublevaciones militares contra el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. Ambos intentos, liderados el primero por el teniente coronel Hugo Chávez Frías y el segundo por los contralmirantes Hernán Gruber Odremán y Luis E. Cabrera Aguirre y el general de brigada de la Fuerza Aérea Francisco Visconti, fracasaron, pero el primero tuvo una importante aunque temporalmente limitada proyección al estimular protestas populares antigubernamentales conocidas por sus características como El Cacerolazo y El Pitazo.
Monumentos naturales y culturales: Caracas cuenta con un monumento natural por excelencia: el cerro Ávila. Llamado por los habitantes indígenas Guaraira Repano, el Ávila ha sido el más grande reservorio de flora y de fauna del ámbito caraqueño; asimismo, ha servido de motivo permanente a pintores, poetas y otros artistas, a tiempo que constituye lugar de paseo y recreación para los pobladores de la ciudad. El Ávila ostenta la condición de Parque Nacional, y además de los múltiples caminos que permiten su recorrido a pie puede ser visitado utilizando los servicios del teleférico instalado en la década de 1950. En lo que a monumentos culturales respecta, en Caracas se encuentran la Quinta de Anauco, la Casa Natal del Libertador, la Cuadra Bolívar y la Catedral, entre los erigidos en el período colonial; las edificaciones ya nombradas correspondientes, al período guzmancista, son muestra de la primera gran transformación arquitectónica de la ciudad; el palacio de Miradores, el Teatro Nacional, el cuartel de La Planicie, levantados en las postrimerías del siglo XIX y principios del XX; y los edificios del Museo de Ciencias Naturales y del Museo de Bellas Artes, hoy Galería de Arte Nacional, entre los levantados en la década de 1930; reurbanización El Silencio, la Ciudad Universitaria, el Paseo y Monumento de los Próceres, las torres del Centro Simón Bolívar, el hipódromo La Rinconada, la Sinagoga de Los Caobos, el Parque Central, el Poliedro de Caracas, el Complejo Cultural Teresa Carreño, el Foro Libertador, Palacio de Justicia y la gran mezquita Ibrahim bin Abdulaziz al-Ibrahim, entre otras, posteriores a 1940.
Instituciones de importancia: Caracas ha sido y es sede de numerosas instituciones. Desde las iniciales agrupaciones creadas para ocuparse del mantenimiento económico de hospitales u hospicios durante el período colonial, y de otras que en ese mismo período realizaron distintas actividades, la ciudad ha conocido, por ejemplo, la Sociedad Económica de Amigos del País, cuyas actuaciones tuvieron lugar por algunos años a partir de 1829, cuyo propósito fue el de fomentar la agricultura, la industria y otros ramos del quehacer humano. Es la sede del Gobierno y de los máximos organismos legislativo y judicial del país: el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia. En el siglo xx, dentro del campo cultural pueden citarse entre otras, el Círculo de Bellas Artes, punto de encuentro de los grandes pintores venezolanos hasta la década de 1920; el Ateneo de Caracas, creado en 1931; las 6 academias nacionales; la Sociedad Orquesta Sinfónica Venezuela; la Asociación de Escritores; la Cinemateca Nacional; la Asociación Venezolana de Periodistas, ahora Colegio Nacional y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. Cuenta con los museos de Bellas Artes, Galería de Arte Nacional, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, de Artes Visuales Alejandro Otero, Arturo Michelena, de Arte Colonial, Museo de los Niños, Casa Natal del Libertador, Museo de Ciencias, Museo Sacro, Museo Jacobo Borges y varios más. Se comunica internamente mediante autopistas y avenidas; tiene desde 1983 sistema de transporte subterráneo, combinado con autobuses de superficie. Aeropuerto interno de La Carlota. Se comunica por autopista (23 km), con el puerto de La Guaira y el aeropuerto Internacional de Maiquetía.
Prensa: El primer periódico publicado en la ciudad fue la Gaceta de Caracas (24.10.1808). A partir de entonces, un buen número más, de corta o larga vida, según los casos, ha circulado desde talleres capitalinos. Los más destacados fueron: el Diario de Avisos (2.12.1837), El Venezolano (24.8.1840), La Opinión Nacional (1867-1892), El Constitucional (1900-1909), El Nuevo Diario (1913-1935), El Heraldo (1922-1958), El Tiempo (1941-1945), Ahora (1936-1945) y El Diario de Caracas (1979-1995). Los periódicos que se editan actualmente son: La Religión (1890), El Universal (1909), Ultimas Noticias (1941), El Nacional (1943), The Daily Journal (1945), El Mundo (1958), Meridiano (1969), 2001 (1973), El Nuevo País (1988), Economía Hoy (1989) y El Globo (1990), entre otros.
Temas relacionados: Ávila, cerro; Capital, región; Caracas, área metropolitana; Santiago de León de Caracas.
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