11.6.1899
Hecho de armas de la Revolución Restauradora. Desde los Capachos prosiguió el general Cipriano Castro hacia San Cristóbal, donde se hallaba el general Juan Pablo Peñaloza con fuerzas importantes del Gobierno. En Zorca, tuvo conocimiento de la marcha de una columna procedente de Rubio, en refuerzo de Peñaloza. Castro se dirigió entonces hacia Tononó y allí batió dicha columna. El 27 de mayo obtuvo otro triunfo al derrotar en Las Pilas a los generales Leopoldo Sarría y Pedro Cuberos, quienes, desde San Antonio, iban en auxilio de San Cristóbal. El 28 en la madrugada, lanzó Castro un golpe de mano contra Peñaloza, pero habiendo fracasado en su intento, se estableció en Táriba, donde reorganizó sus fuerzas (1.500 hombres). Allí fue informado, días después, de la aproximación, hacia San Cristóbal, de una columna de 4 batallones y otras unidades, mandada por el general Espíritu Santo Morales (unos 3.000 hombres). Castro trasladó sus fuerzas el 9 de junio a El Palmar, en las cercanías del páramo del Zumbador. Cuenta con 1.200 hombres en 4 batallones: Libertador, Bolívar, Junín y 23 de mayo y otros cuerpos mandados por los generales José María Méndez y Froilán Prato. Al día siguiente, llegó Morales a El Cobre y por "Verba Buena remontó el páramo hasta La Cruz, donde fijó su comando. Sus flancos los cubrió con sendos batallones; el de la izquierda debía atacar la derecha de Castro y en El Palmar, le cortaría la retirada; la reserva quedó en el camino a El Cobre. El 11 atacó Castro y pese a la superioridad numérica de su contrario y a las ventajas que le ofrecían sus posiciones, se impuso desde el primer momento, al batir sucesivamente cuantas unidades empeñaba Morales. Después de 4 horas de combate, la victoria fue de los revolucionarios, quienes tomaron a su contendiente muchos prisioneros y cuantioso material de guerra y suministros varios. Castro regresó a Táriba, dispuesto a continuar sus acciones contra Peñaloza.