Willemstad (Curazao) 28.4.1774 —
Angostura (hoy Ciudad Bolívar) (Edo. Bolívar) 16.10.1817
Oficial (general en jefe) del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia, en la cual tuvo muy destacada participación. Hijo de una mulata holandesa, de nombre María Isabel, descendiente a su vez de Manuel Gómez y Juana Quemp. Fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de su ciudad natal, el 28 de abril de 1774, bajo los nombres de Manuel María Francisco. La paternidad es atribuida en forma unánime al marino mercante Fernando Piar Lottyn, hijo de Felipe Piar Lacoli y Juana María Lottyn de Santiago, de ascendencia italiana y oriundos de Santa Cruz de Tenerife (islas Canarias). Tuvo 2 hermanos: Felipe y Juan. Casó con María Martha Boom, el 8 de abril de 1798, en Willemstad. En torno a su origen se tejió una leyenda que lo hacía provenir de la unión clandestina entre un príncipe portugués de la casa de Braganza, de paso por Caracas, y una mantuana caraqueña de la familia Jerez Aristeguieta. De procedencia humilde y perteneciente a la casta de los pardos, debió formarse dentro de las limitaciones impuestas por la sociedad colonial. A los 10 años de edad ya se encontraba en La Guaira junto a su madre. Autodidacta, adquirió una sólida cultura, reconocida por sus contemporáneos. Conoció varias lenguas: holandés, español, francés, inglés, el papiamento de su isla natal; el patois, o creóle de Haití, y el guinés, lengua africana hablada en Curazao entre las esclavitudes. A los 23 años de edad, puso de manifiesto sus inquietudes de libertad y participó -en La Guaira- en la llamada Conspiración de Gual y España, debelada en julio de 1797. Como miliciano de la Guardia Nacional, combatió -en 1804- en Curazao contra los ingleses. En enero de 1807 se halla en Haití, integrado al proceso revolucionario de la isla y en el comando de un buque de guerra. Su experiencia militar y su pasión libertadora las pondrá al servicio de Venezuela luego de los sucesos del 19 de abril de 1810, cuando inició su carrera militar en la Armada y por el apostadero naval de Puerto Cabello. En diciembre de 1811, es comandante de una lancha cañonera y concurre a la concentración de Cumaná, preámbulo de la acción punitiva que la Confederación emprendería contra la rebelde provincia de Guayana. En aguas del Orinoco participará en la batalla de Sorondo (26.3.1812). Junto a los cuadros dirigentes de las provincias orientales, luego de la capitulación del general Francisco de Miranda (1812), se refugia en la isla de Trinidad. Con el grado de coronel, es de los firmantes del Acta de Chacachacare y de los integrantes de la expedición libertadora que desembarca en Güiria (enero 1813). Bajo las órdenes del general Santiago Mariño realiza la campaña de Cumaná. Encargado del mando en Maturín, defiende victoriosamente esta ciudad el 20 de marzo ante el ataque del gobernador de la provincia de Cumaná, Lorenzo Fernández de la Hoz; el 11 de abril, del empeño de los comandantes Remigio Bobadilla y Antonio Zuazola; y por último, el 25 de mayo, de los intentos del capitán general Domingo de Monteverde. Liberado el oriente del país, regresa a su vida de marino y organiza la primera escuadrilla de Venezuela, con la cual bate los buques enemigos entre Puerto Francés y Chuspa (18.11.1813) y establece el bloqueo de Puerto Cabello, en combinación con el sitio fijado por el Libertador. Combate el año siguiente, indistintamente, en las provincias de Cumaná, Barcelona y Caracas, ya con el grado de general de brigada. Fue derrotado por José Tomás Boves el 16 de octubre de 1814, en la sabana de El Salado, frente a Cumaná. Como general de división es de los expedicionarios de Los Cayos, de los participantes en el combate naval de Los Frailes y de los vencedores de Carúpano; en ese mismo año de 1816, triunfa contra Francisco Tomás Morales en la batalla de El Juncal (27 septiembre). Desde allí emprende la marcha hacia Guayana para dar comienzo a las operaciones de liberación de aquella provincia. A comienzos de 1817 puso sitio a la ciudad de Angostura. El 11 de abril de ese año derrotó al brigadier Miguel de la Torre y Pando, en la batalla de San Félix o Chirica. El 12 de mayo fue ascendido a general en jefe.
En el territorio teatro de sus operaciones, enfrenta las disensiones políticas que se sucedían en el seno del Ejército. Aceptó los postulados del Congreso de Cariaco (8.5.1817), que eliminaban la jefatura única del Libertador y lo enfrentaban a este. Privado del mando de tropas, por orden de Bolívar, solicitó su retiro del Ejército. Le fue concedido el 30 de junio de 1817. Permaneció sin embargo en Guayana, recorriendo los campamentos militares, buscando la adhesión de las tropas para enfrentarlas a la dirección blanca y mantuana, que desde 1810 se mantenía en los altos mandos del Ejército. Capturado en Aragua de Maturín (28 septiembre), por las tropas que mandaba el general Manuel Cedeño, fue conducido al cuartel general de Angostura, donde fue sometido a juicio. El Consejo de Guerra que conoció la causa estaba integrado por el almirante Luis Brión (presidente); los generales de brigada Pedro León Torres y José Antonio Anzoátegui, los coroneles José Ucrós y José María Carreño, los tenientes coroneles Judas Tadeo Piñango y Francisco Conde (vocales). El general de brigada Carlos Soublette fue el fiscal de la causa y el teniente coronel Fernando Galindo el defensor del indiciado. El 15 de octubre de ese año, el Consejo de Guerra sentenció al general Piar a la pena capital por los delitos de insubordinación, deserción, sedición y conspiración. Simón Bolívar, jefe supremo, confirmó la sentencia sin degradación. El documento en cuestión fue escrito de letra de José Gabriel Pérez, secretario de Guerra. El 16 de octubre fue fusilado el general en jefe Manuel Piar, frente al muro del costado occidental de la catedral de Angostura, e inhumado en el cementerio de El Cardonal.