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Roscio,   Juan Germán
San José de Tiznados (Edo. Guárico) 27.5.1763 —
Cúcuta (Colombia) 10.3.1821

Abogado y político, uno de los principales ideólogos del movimiento de la independencia. Hijo de José Cristóbal Roscio, oficial retirado y hacendado, nativo de Milán, que había vivido en España y se había avecindado luego en la provincia de Venezuela, y de Paula María Nieves, nacida en La Victoria (Edo. Aragua). Los primeros años de Juan Germán Roscio transcurrieron en San José de Tiznados, en donde su padre poseía hatos de ganado. Aprendió allí las primeras letras. En 1774 se trasladó a Caracas, para iniciar sus estudios superiores bajo la protección de la hija del conde de San Javier. Asistió en la Universidad de Caracas a los cursos de teología, sagrados cánones y derecho civil. Doctor en derecho canónico en 1794, y en civil en 1800. Obtuvo durante sus estudios diversas distinciones, entre ellas sendos primeros premios en concursos en ambos derechos, y una medalla ofrecida por la Academia de Derecho Público y Español que se hallaba entonces establecida en Caracas. Desde 1796, había elevado una petición a la Real Audiencia solicitando su inscripción como abogado en aquel distrito judicial, la que le fue concedida; pero el Colegio de Abogados puso trabas para admitirle en su seno, alegando que en el expediente de limpieza de sangre presentado por Roscio no figuraba el calificativo de «india» que en otros documentos se le daba a su madre y a su abuela materna. En efecto, La Victoria era uno de los denominados «pueblos de indios». La negativa del Colegio dio a Roscio la oportunidad de iniciar un proceso en el curso del cual presentó brillantes alegatos, que permiten apreciar cuál era su formación jurídico-ideológica en esa época y la orientación filosófica de su pensamiento. El proceso duró hasta 1805, cuando Roscio logró su definitiva incorporación al Colegio. Desde 1798, aun antes de obtener el doctorado en derecho civil, desempeñó la cátedra de Instituta en la Universidad de Caracas. Solía dar, además, conferencias sobre derecho público español y Leyes de Indias. Al mismo tiempo, era asesor de la capitanía general y de la Auditoría de Guerra. Las autoridades le encomendaron entonces varias misiones de confianza, dentro de la administración de justicia. En 1808 era fiscal interino de la Real Audiencia de Caracas. Fue uno de los principales artífices de los sucesos ocurridos en esta ciudad el 19 de abril de 1810, al incorporarse como «diputado del pueblo» al Cabildo que se celebró dicho día. Como miembro de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII entonces establecida, ocupó la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue, ciertamente, el alma de la revolución en esa época, y bien mereció el dictado de padre, maestro y defensor de la naciente libertad que más tarde le adjudicó Andrés Bello. Roscio sostuvo una incansable labor propagandística a favor de la emancipación, tanto en sus actos de estadista, en sus escritos difundidos por la prensa, en su copiosa correspondencia epistolar, como en sus declaraciones y discursos en el Congreso Constituyente de Venezuela instalado el 2 de marzo de 1811, al cual asistió como diputado por la villa de Calabozo. Fue el principal redactor del Acta de Independencia en julio de 1811. Participó asimismo en la elaboración de la Constitución de Venezuela sancionada el 21 de diciembre de 1811. Católico sincero, Roscio logra, a costa de una honda crisis de conciencia, disociar las nociones del trono y el altar que las enseñanzas por él recibidas presentaban indisolublemente unidos, de tal modo que todo ataque dirigido al uno se considerase adverso al otro. Combatió el alegado derecho divino de los reyes, y con argumentos de carácter teológico se esforzó en persuadir a sus compatriotas de que el sistema republicano era perfectamente compatible con la religión revelada. En marzo de 1812 fue electo miembro del Poder Ejecutivo Plural, en calidad de suplente. Después del triunfo de Domingo de Monteverde, a mediados del mismo año. Roscio fue remitido preso a España, con otros 7 compañeros, calificados todos de «monstruos» por el vencedor. De las cárceles de Cádiz pasaron al presidio de Ceuta. En 1814 Roscio y algunos de sus compañeros de infortunio lograron fugarse y buscaron refugio en Gibraltar, cuyo gobernador inglés los entregó nuevamente a las autoridades españolas; el escándalo suscitado por este proceder del funcionario británico indujo al príncipe regente de Inglaterra a interceder por la libertad de aquellos hombres ante Fernando VII, quien se vio forzado a concedérsela. Roscio se trasladó a Jamaica, y de allí pasó a Estados Unidos; en 1817 dio a la estampa en Filadelfia su obra mayor, titulada Triunfo de la Libertad sobre el despotismo. En 1818 lo hallamos en Angostura, junto a Bolívar, a quien secundó en la reconstitución de la República de Venezuela y la creación subsiguiente de la de Colombia. Figuró entre los principales redactores del semanario Correo del Orinoco. Desempeñó sucesivamente las funciones de director general de Rentas, presidente del Congreso de Angostura, vicepresidente del departamento de Venezuela y vicepresidente de Colombia la Grande. Ocupaba este último puesto cuando murió, en vísperas de reunirse el Congreso de Cúcuta.

Autor: Manuel Pérez Vila
Bibliografía directa: Roscio, Juan Germán. Escritos representativos. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1971;--. Obra. Caracas: Secretaría General de la Décima Conferencia Interamericana, 1953. 3 vols.; Willwoll, Guillermo Emilio. Sesquicentenario de Juan Germán Roscio: Suárez-Rousseau-Roscio. Caracas: Editorial Sucre, 1974.
Bibliografía indirecta: Cardozo, Manuel. Juan Germán Roscio: prócer de la moral y del civismo. Caracas: Editorial Trípode, 1991; Grases, Pedro. El catecismo religioso político del doctor Juan Germán Roscio. Caracas: Ministerio de Educación, 1964; Un hombre del 19 de abril: Juan Germán Roscio. Caracas: Ávila Gráfica, 1952; Hernández Ron, José Manuel. Cumbres jurídicas del pensamiento guariqueño: Roscio, Sanojo e Itriago Chacín. Caracas: s.n., 1951; Losada, Benito Raúl. Juan Germán Roscio. Caracas: Ministerio de Educación, 1973; Montilla, Ricardo. Juan Germán Roscio, paradigma para la juventud. Caracas: Gobierno del Estado Guárico, 1963; Rojas, Rafael Armando. Bolívar y Roscio. Caracas: Senado de la República, 1968; Ugalde, Luis. El pensamiento teológico de Juan Germán Roscio. Caracas: La Casa de Bello, 1992.
Iconografía: Retrato, Pedro Zerpa, óleo/tela, 1913, Concejo Municipal, Distrito Federal, Caracas; reproducción: Concejo Municipal del Distrito Federal, ed. Acta del 19 de abril, Caracas, Concejo Municipal, 1960.
Hemerografía: Parra Márquez, Héctor. «El Dr. Juan Germán Roscio». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 214, enero-marzo, 1971; Pérez Vila, Manuel. «La odisea de ocho próceres del 19 de abril de 1810». En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, núm. 170, abril-junio, 1960.
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