Valencia (Edo.Carabobo) 8.3.1903 —
Caracas 25.2.1988
Libretista de radio y televisión, publicista, cronista de Caracas e inventor. Desde su juventud manifestó afición por el teatro, desarrolló habilidades de ventrílocuo, y en 1915 actuó en una función a beneficio de la Cruz Roja en el teatro Municipal de Caracas; organizó en 1924 el teatro Pim-Bol, donde montaba comedias y dramas escritos por él en verso al estilo clásico español y al cual acudían los vecinos y muchos invitados. Con el nacimiento de la Broadcasting Caracas, Cortina fue invitado a incorporarse a la empresa radiofónica. Allí se convirtió en el libretista pionero de la radio en Venezuela; en 1932, junto a Mario García Arocha, escribió la primera radionovela costumbrista venezolana: La comedia Santa Teresa, cuya calidad y el humor que contenía hicieron que permaneciera por 4 años en el aire. Después vendría El misterio de los ojos escarlata (1933), primera serie de suspenso que mantuvo a la Caracas de la época pendiente de las aventuras de Alicia Palmero, quien buscaba un tesoro enterrado en no se sabe qué lugar de Venezuela.
De la imaginación de Cortina salieron muchos libretos y producciones para la radio que los oyentes disfrutaban con regocijo, entre otras estaban: El enigma de los incas, El secreto de Ayarú, El alma del tirano, El emir, El experimento del doctor Huggs, el cual consistía en fabricar un ser monstruoso con partes humanas robadas en un hospital, años antes de que la película de Frankenstein fuese proyectada en Caracas. Cada obra suya marcaba un hito de originalidad con propósitos didácticos y educativos. Igualmente adaptó numerosos cuentos de la literatura infantil, conocidos como Historietas Klim, y otras más que lo ubican como uno de los grandes libretistas de la radio en Venezuela. En 1934 se retiró de la Broadcasting Caracas, hoy Radio Caracas Radio, y fundó la agencia de publicidad Estudios Universo, en sociedad con Mario García Arocha; compraron el espacio de 7 a 9 de la noche en Radiodifusora Venezuela y crearon una serie de programas de carácter cultural como: La comedia boba, Treinta minutos de opereta, Teatro de treinta minutos, Los pequeños momentos líricos, Los grandes benefactores de la humanidad, que difundía la vida y obra de los científicos que trabajaron en mejorar la vida de sus semejantes, y entre 1938 y 1940: Marte, incógnita del cielo, adelantándose en mucho a los programas de platillos voladores. Los primeros tiempos de la televisión también contaron con la creatividad de Cortina. Para Televisa (1953), escribió y produjo Los casos del inspector Nick, Caracas hace yo años, Historias y leyendas del mar. El umbral del misterio y otras series de suspenso e intriga. Su vena creativa era múltiple: se dedicó a fotografiar y a coleccionar los paisajes y lugares de la Caracas vieja, también hizo cine e inventó y transformó numerosos objetos increíbles que despertaban curiosidad y admiración, así como originales joyas que fabricaba para su esposa la poetisa y dramaturga Elizabeth Schón; de igual modo escribió la historia de la radio venezolana, crónicas de Caracas y concedió muchas entrevistas para hablar de sus invenciones y de la ciudad que conoció.