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Paraguaná,   península de

Geografía: Es el accidente geográfico más prominente de la costa del Caribe venezolano. Está situada al N del litoral centro-occidental, formando parte del estado Falcón. Es, en su origen, una antigua isla, formada por afloramientos ígneo-metamórficos rodeados por concreciones marinas pliomiocénicas, elevadas posteriormente sobre el nivel del mar. Tiene una superficie aproximada de 3.000 km2 y está actualmente unida al continente por un istmo arenoso de 30 km de largo por 5 km de ancho; si bien en épocas relativamente recientes era de apenas 1 km de ancho y solía incluso desaparecer en ocasiones, aislando a Paraguaná de Tierra Firme, según afirmaba el obispo Mariano Martí en 1773, ahora es permanente. Este istmo está formado por depósitos de arena sobre una plataforma rocosa y su característica principal es la formación de dunas o médanos que lo cubren en parte. La costa oriental de la península es baja y arenosa hasta llegar a Adícora, desde donde continúa baja y rocosa; en el lado occidental es de mayor profundidad y presenta ensenadas que permiten el atraque de embarcaciones y facilitaron el surgimiento de los puertos. Al S está el golfete de Coro, de escasa profundidad, formado por el istmo, la costa firme y el litoral austral de la península. El clima es cálido-seco, estepario. Las medias térmicas más altas y las pluviométricas más bajas del país se dan en Paraguaná; superiores a los 28 °C e inferiores a los 500 mm, a excepción del cerro de Santa Ana en el centro de la isla, cuya altura y situación, al interceptar los vientos alisios del NE crean un microclima aislado de temperaturas más suaves y mayores precipitaciones. De él también surgen las quebradas de la península. La vegetación en general es de tipo xerófilo: cardonales, cujíes, yabos, cactáceas y espinares. Los fuertes vientos predominantes han modificado el paisaje natural, formando dunas y médanos en el istmo, alterando el crecimiento de la vegetación; especialmente los cujíes e incluso el paisaje humano, pues la vivienda típica de Paraguaná debe adaptarse a la temperatura y sequedad ambiental y en algunas zonas se construyen muros paralelos a ellas que protegen el lado de barlovento de las edificaciones. Los accidentes geográficos más significativos, a lo largo de su litoral son: el golfete de Coro; las puntas: Gorda, Prudencio, Cuara, La Barra, Las Piedras, Amuay, Los Taques, Salinas, Jacuque, Macolla, Uvero, Morro de Chaure, cabo San Román, Barco, Morro de Adícora; las bahías: La Piedras y Amuay; y las ensenadas: Cuara, Cardón, Salinas, Puerto Escondido y Adícora. En el interior de la península se encuentran los cerros de Santa Ana (850 m) y Arajo (500 m); las quebradas El Coyude, Jadacaquiva, Macama, Santa Cruz, Tura y otras menores. Hay salinas en Bajarigua, al N y en Miraca, Santa Rita y Las Cumaraguas, al oriente. Las poblaciones principales son: Punto Fijo, Punta Cardón, Los Taques, Pueblo Nuevo, Santa Ana, Jadacaquiva, Buena Vista, Moruy y Baraived.

Historia: A la llegada de los españoles, la península estaba habitada por caquetíos, cuya área de influencia se extendía desde la boca del lago de Maracaibo hasta el río Yaracuy, incluyendo las islas de Curazao, Aruba y Bonaire. Además de la caza y la pesca, cultivaban maíz, batata y yuca; estaban asentados en pueblos y llegaron a tener incluso sistemas de riego para sus labranzas. Buenos navegantes y guerreros de talla superior a la media, ocupaban estas islas que los españoles llamaron por eso «de los Gigantes». Fue avistada por primera vez en agosto de 1499, cuando Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa recorrieron esta costa, dándole nombre al cabo San Román; el nombre de la península se menciona por vez primera en documentos de los pleitos colombinos, en 1513, por el testigo Juan Rodríguez, refiriéndose a la expedición de Cristóbal Guerra y Pedro Alonso Niño, a finales de 1499 y principios de 1500. Cartográficamente aparece en un mapa anónimo de 1552 donde se la llama Paraguachoa. Fue considerada en la capitulación otorgada a Diego Caballero en 1525, que abarcaba la región entre el cabo San Román y el Cabo de La Vela. En 1527 Juan de Ampies llegó a Paraguaná. Aparentemente sus contactos con los caquetíos le habían ganado la amistad del cacique Manaure, lo que facilitó mucho su intento de poblar. En la capitulación de los Welser de 1528 se incluía también la península: «Del Cabo de La Vela y golfo de Venezuela y el Cabo de San Román y otras tierras hasta Maracapana». En 1530 Nicolás de Federmann llegó a Miraca y atravesó la península rumbo a Coro; en la información de Juan Pérez de Tolosa, en 1546, se decía que había 4 pueblos de indios, Pueblo Nuevo, Miraca, Santa Ana y Moruy, que su clima era muy sano y que abundaba la caza. La amistad que iniciaron los naturales con Ampies sería el inicio de una alianza secular. La monarquía declaró a los habitantes de esta región «Indios de la Real Corona» y quedaron exentos de tributo y trabajo personal; por ello no hubo en Paraguaná luchas incruentas, sino una adaptación gradual a la nueva cultura. En la relación de Pedro Felipe de Llanas, del 12 de septiembre de 1768 se decía que Santa Ana, el mayor de sus pueblos tenía 1.450 indios; Pueblo Nuevo 120 vecinos pardos, Tacuato y Baraived 300 vecinos de todas clases entre ambos, Adaure 100 habs., ninguno de ellos indios y en Moruy había 490 naturales y mestizos. El obispo Mariano Martí inició la visita de la península el 2 de septiembre de 1773 en el pueblo de Santa Ana, que era el principal, de caquetíos libres de la Real Corona. Su iglesia era de las mejores que había conocido, había 109 casas de indios en el pueblo y 4 de españoles; fuera de él existían 102 casas de españoles; en total eran 2.289 habs. y tenía cabildo. Encontró en Tacuato 20 casas; en Moruy, que según tradición era el pueblo más antiguo de la península, había 78 casas de indios y 2 de españoles en el pueblo y 44 casas de indios fuera de él, para un total de 6.134 habs. En Jadacaquiva encontró 48 casas dispersas y 395 habs.; visitó también Buena Vista, vecindario de blancos, mulatos y zambos, sin indios; el 16 de diciembre de ese año, Pueblo Nuevo fue elevado a la categoría de parroquia, igual que Adaure. Todos estos pueblos tenían un cacicazgo único, originado en Manaure, pero en aquel momento se cuestionaba la legitimidad de la sucesión. Al estallar la Guerra de Independencia toda la región del estado Falcón permaneció fiel a la Corona; por su antigüedad, por la alianza de los naturales con los europeos y por haber sido Coro la primera capital de la provincia de Venezuela, no se unió a la causa republicana en 1810 y en 1815 fue elevada a la categoría de provincia, por su fidelidad al Rey. En 1821, Josefa Camejo se alza en su hato de Paraguaná e inicia la liberación de la provincia en Pueblo Nuevo. Se nombró una Junta de Gobierno presidida por Mariano Arcaya y con unos pocos cientos de hombres al mando de Santos Ángel Loubet y Segundo Primera, se libraron varios combates contra los realistas, encabezados por los caciques caquetíos Martín López y Luis Alberto Núñez, quienes derrotaron a aquellos en Varacara y Chamuriama, perdiendo a su vez en San Francisco. La resistencia realista finalizó a la caída de Maracaibo, en 1823. En 1848 se alzó Juan Garcés contra los paecistas y en 1854, al darse la revuelta liberal en contra del gobierno de José Gregorio Monagas, fue Garcés quien la encabezó en Paraguaná; pero sería derrotado y muerto al enfrentarse en julio a las tropas de Juan Crisóstomo Falcón en Coduto. En 1860, durante la Guerra Federal, Falcón invadió Paraguaná desde Aruba, haciendo prisionero a León Colina en Urupagua, debido a la falta de apoyo de los peninsulares al gobierno central, pues la región era desde el principio partidaria del Federalismo. Para 1875 Los Taques y Adícora eran vecindarios de El Cardón (Punta Cardón). La época petrolera significará para Paraguaná el despegue económico y el crecimiento de sus centros poblados. Punto Fijo se formó hacia 1923; en 1925 se inició la construcción del terminal de la Gulf Oil Co. en Las Piedras y la Menegrande construye el suyo en Punto Fijo en 1924. Se tendieron oleoductos y gasoductos que trajeron los productos desde Maracaibo y se instalaron refinerías en Punta Cardón (1949) y Amuay (1950), donde estarán los muelles para el transvase a los tanqueros. En la península se produce sal, en Bajarigua y en la parte oriental, en Mitare. Nacieron en Paraguaná: Juan Crisóstomo Falcón, militar y político quién ejerció la Presidencia de la República entre 1865 y 1868; Juan Garcés, militar de la Independencia y la República; los militares y políticos: León Colina, Rosendo Medina, Arístides Tellerías, Hermenegildo Zavarze y José Rosario González; poetas y escritores como Rafael Cayama Martínez, Aníbal Hill Peña, Guillermo Croes, Genoveva de Castro y Juan Rodríguez Hidalgo y el médico y científico Víctor Raúl Soto. Tiene institutos de primera enseñanza, ciclo básico y diversificado. Instituto de Capacitación Petrolera y núcleo de la Universidad del Zulia en Punto Fijo. Emisoras de radio: Radio Punto Fijo y Ondas del Caribe y se publican los periódicos El Peninsular y Médano. Tiene Cámara de Comercio. Predomina la cría de caprinos y se practica la artesanía de tapices y alfombras en Santa Ana y las cerámicas en varios lugares. Desde 1963 es zona franca de comercio. Se encuentra en ella el parque nacional Los Médanos. Se comunica por carretera con Coro y por ferry con Aruba.

Autor: Alvaro García Castro
Bibliografía directa: Abouhamad, Jannette y Graziano Gasparini. Amuay: su gente, su vivienda. Caracas: Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela, 1966; Arcaya, Pedro Manuel. La guerra de independencia en Coro y Paraguaná. Caracas: s.n., 1974; Armas Chitty, José Antonio de. Historia de Paraguaná y Punto Fijo. Caracas: Gobernación del Estado Falcón; Concejo Municipal del Distrito Carirubana, 1978; Arteaga Hernández, Virgilio. Historia, justificación y realidad de la zona franca industrial de Paraguaná. [Punto Fijo: Talleres Médano, 1974]; Brett Martínez, Alí. Aquella Paraguaná. [Caracas]: Ediciones Adaro, 1971; Paraguaná en otras palabras: historia y leyendas. Caracas: Ediciones Adaro, 1974; Esteves, Juan. Paraguaná en el tiempo. Coro; Ediciones UNEFM, 1980; Paraguaná histórica y geográfica. Caracas: LAGOVEN, 1988. Los Taques: puerto hacia el progreso. Maracaibo: Astinave, 1991; FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN CENTRO OCCIDENTAL DE VENEZUELA. Zona franca industrial y comercial de la península de Paraguaná: estudio de factibilidad. Barquisimeto: Fudeco, 1972; Gasparini, Graziano, Carlos González B., Luise Margolies. Paraguaná: tradiciones y cambios en el hábitat de una región venezolana. Caracas: Ernesto Armitano Editor, 1985; González Batista, Carlos. Historia de Paraguaná, 1499-1950. Mérida: Editorial Venezolana, 1984; Paraguaná: una hoja de historia. 2a ed. Caracas: Lagoven, 1991; Guanipa de Hernández, Yoleida. Paraguaná: recuerdos, leyendas y caminos. Coro: Alcaldía Municipal Falcón, Instituto de Cultura del Estado Falcón, 1994; Marcano Sposito, José Miguel, María de los ángeles Rufino M. Análisis ambiental de la península de Paraguaná. Caracas: Ministerio de la Defensa, Servicio de Cartografía de las Fuerzas Armadas, [entre 1979 y 1980]; Oduber Camacho, Marlene. Estudio de evolución espacial reciente en la península de Paraguaná. Mérida: Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales, 1982; Vila, Marco Aurelio. La península de Paraguaná: posibilidades socioeconómicas. [Caracas: Corporación Venezolana de Fomento, 1970]; Villavicencio Chirinos, José María y Wilmer Becerra. Guía de trabajo de campo: Península de Paraguaná: Sierra de San Luis. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Instituto de Geografía y Desarrollo Regional, 1990.
Hemerografía: Sievers, Wilhem. «Sievers en Coro: la península de Paraguaná». En: Humanidades. Mérida, núm. 1, enero-marzo, 1959.
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