Trujillo (Edo. Trujillo) 4.6.1819 —
Mérida (Edo. Mérida) 6.2.1908
Abogado, jurisconsulto, educador y político. Rector de la Universidad de Los Andes. Hijo de Miguel Parra Gómez y de Ana Olmedo Sanabria. Recibió los grados de bachiller en filosofía (31.8.1837) y bachiller en jurisprudencia civil (20.7.1841) en la Universidad de Mérida donde cursó la carrera de derecho, graduándose de licenciado en derecho civil y doctor en ciencias políticas en 1843, recibiéndose de abogado en Caracas (5.4.1843). A partir de 1844, se incorporó a la Universidad de Mérida donde desempeñó la cátedra de Economía Política y Legislación Universal, Civil y Criminal (1844-1860). Alcalde (1845) y juez de parroquia (1853), fue secretario del Concejo Municipal de Mérida (1847-1858). Secretario interino de la Universidad de Los Andes (1847), fue nombrado vicerrector (1855). El 25 de octubre de 1858, el delegado apostólico en Bogotá le concedió licencia para leer toda clase de libros prohibidos, exceptuando aquéllos en que se atacaba a la religión católica y los libros obscenos. En mayo de 1862, el obispo de Mérida, Juan Hilario Bosset, le autorizó para leer y retener de por vida los libros prohibidos por la Silla Apostólica, con excepción de los obscenos. Catedrático de Legislación y Economía Política (1862), fue elegido rector de la Universidad de Los Andes (1863-1866). Prefecto general del departamento Mérida (17.11.1863), fue nombrado diputado principal a la Asamblea Constituyente del estado Mérida (1865). Jefe municipal (15.10.1865) y juez superior del estado Mérida (1865), fue elegido presidente de la Facultad de Ciencias Políticas de la universidad (10.12.1866). Miembro del Concejo Municipal de Mérida (1865-1868), secretario de la Legislatura (1869) y presidente de la Corte Suprema del estado (1876-1880), fue diputado a la Asamblea Constituyente del Gran Estado Los Andes (1881). Catedrático de Derecho Administrativo y Economía Política (1884), asumió, por segunda vez, el cargo de rector de la Universidad de Los Andes (5.11.1887-19.4.1900). Su tenacidad impidió el cierre de esa casa de estudios superiores, combatida por la política crespista. Empeñado en el auge de la universidad, reconstruyó sus edificios a costa de esfuerzos y donaciones, sin ayuda gubernamental y ante la pobreza que aquel centro revestía, prestó su trabajo y dedicación sin cobrar sueldo durante mucho tiempo. Reorganizó la biblioteca en 1889 y la dotó de nuevos libros; creó una oficina de meteorología; adquirió instrumentos de física; editó el Anuario de la universidad, por el que se vinculó con 90 universidades del extranjero; formó el museo y el jardín botánico; así como también construyó el Observatorio Astronómico y el Salón de Actos. Fue llamado «El rector heroico». Creó la Academia de Jurisprudencia del estado Mérida y fue el primer presidente del Colegio de Abogados de los Andes. Como recuerdo a su obra, se le erigió en Mérida una estatua (1963). El rector Parra fue precursor de la autonomía universitaria en Venezuela.