1936
El 14 de febrero de 1936 el pueblo, con el liderazgo de miembros de la llamada Generación de 1928, manifestó por las calles de Caracas en contra de los vestigios del régimen gomecista y en pro de una democratización del recién inaugurado gobierno del general Eleazar López Contreras. Esa manifestación resultó ser violenta. Con saldo de muertos y heridos, le demostró al gobierno el surgimiento inevitable de fuerzas liberales, producto de la nueva realidad económica, social y política del país. Dentro de ese contexto, se ubica el «Programa» expuesto a la Nación el 21 de febrero de 1936 por el presidente López Contreras, en el que se hacía un diagnóstico de las áreas problemáticas del país y de las soluciones que el régimen creía más convenientes para enfrentarlas. Entre las proposiciones más importantes se destaca la promulgación de una Constitución Nacional más acorde con la apertura democrática que el país estaba experimentando, estableciendo la reorganización de la administración de Justicia y reconociendo las libertades y derechos relativos al trabajo, mediante la creación de una Oficina Nacional del Trabajo; el desarrollo de una campaña sanitaria en el ámbito nacional, incluyendo la lucha contra enfermedades epidémicas y la creación de un Instituto de Higiene, con el objetivo de atender a la formación de un programa de obras y servicios públicos, incluyendo la creación de una aviación comercial nacional, así como el fomento de la marina mercante; la reorganización de la educación nacional, mediante la lucha contra el analfabetismo, la práctica del deporte, la creación de un Instituto Pedagógico para la preparación del profesorado, así como la creación de escuelas de artes y oficios; la reorganización del Ministerio de Agricultura y el establecimiento de un catastro de tierras baldías, la creación de una Escuela Superior de Agricultura y Veterinaria, la reforma del sistema tributario, buscando elevar la renta minera y la reorganización del sistema bancario nacional, mediante el establecimiento de un Banco Central de emisión; la celebración de tratados comerciales bilaterales y multilaterales; finalmente, se proponía fomentar la inmigración y colonización interior del país, modernizar el ejército e incentivar -con ayuda del Estado- el aparato productivo nacional. El Programa de Febrero, como se le llamó, tuvo unos efectos políticos inmediatos para el gobierno de López Contreras, pues logró reducir considerablemente el clima de oposición existente, aún cuando algunas organizaciones políticas continuaron proponiendo programas de mayor democratización política y económica para el país. En todo caso, el Programa de Febrero fue el primer gran proyecto de reforma del Estado moderno en Venezuela.